martes, 18 de octubre de 2011

DEL EMBALSE DE LA BOLERA (JAEN) AL NIÑO DE MULA (MURCIA)

Aprovechando este octubre veraniego nos embarcamos en un viaje en bici de cuatro días de duración comenzando en el Embalse de la Bolera, a los pies de la Sierra de Cazorla, e intentando llegar hasta Murcia por caminos o carreteras poco transitadas.
Esta vez Merce no se pudo venir por su nueva etapa universitaria, así que embarqué a mi colega Isidro en una aventura más dura de lo que nos imaginamos. 
A pesar de los contratiempos el viaje ha sido una buena experiencia y hemos aprendido mucho de lo que se debe y no se debe hacer en este tipo de aventuras. Lo más importante es que a pesar de que haya fuentes por el camino hay que llevar agua de sobra, el primer día nos faltó y con el calor y la dureza del recorrido lo pasamos bastante mal.

DIA 1. EMBALSE DE LA BOLERA-PONTON BAJO (66 kms)

Para esta etapa utilizamos el rutómetro de la Transandalus, una pagina web diseñada por ciclistas de montaña que atraviesa toda Andalucia. En el anterior viaje que hicimos Merce y yo desde Almeria a Murcia, tambien utilizamos este rutómetro durante dos etapas en el Cabo de Gata,  y no suelen fallar en las indicaciones. 
La ruta de esta primera jornada está descrita como una de las más bellas de la Transandalus pero con una dificultad física alta. Si pinchais AQUI, podeis ver el Tramo 1 de la Provincia de Jaen, que es el que hicimos nosotros.

En un principio pensamos en desplazarnos en autobus desde Murcia a Baza, pero al final Merce nos acercó en su coche hasta el mismo Pantano de La Bolera (Jaen) donde comenzamos a rodar por la pista del Hornico. 
Durante unos 7 kms el camino era llano, rodabamos practicamente como en Verano Azul, solo nos faltaba silbar la cancioncica. Al poco pasamos por el Albergue y Casa Rural El Hornico


Pasando junto al Albergue El Hornico


Cruzando el puente sobre el Rio Guazalamanco

Acercandonos al Cortijo del Molinillo

En el Cortijo del Molinillo los cerdos de pata negra corrian por todas partes

Desde el Cortijo del Molinillo en adelante la cosa se complicaba y comenzamos a ascender por una senda en mal estado

Piragüistas en el Embalse de La Bolera

Cruzando la Cerrá de la Herradura, en la parte alta del Embalse de La Bolera

La senda se va empinando y tenemos que echar pie a tierra y empezar a empujar la bici durante algún tramo. Esta parte es de las más duras del recorrido pero aún estabamos frescos.

Poco a poco vamos ganando altura y aunque no se puede apreciar en las fotos el paisaje era espectacular

Ya casi coronando esta subida me encontré con estos ciervos tipo bambi. También había jabalis pero no me dió tiempo a hacerles una foto

Para cruzar el Vado de las Carretas nos tuvimos que descalzar. A pesar del día tan caluroso que nos hizo, el agua estaba a punto de congelación

Cruzamos el rio en varias ocasiones más, unas veces bajando de la bici y otras arriesgando un poco más

Una de las partes más bonitas del recorrido fue esta. Subimos paralelos al Rio Guadalentin durante varios kilómetros

Rio Guadalentín

Justo despues de abandonar el Guadalentín rompí el cable de freno, menos mal que Isidro llevaba uno de repuesto y aprendimos a cambiarlo sobre la marcha. Estos conocimientos mecánicos nos servirán de experiencia para futuros viajes.
El incidente nos retrasó casi una hora y precisamente no ibamos sobrados de tiempo.

Dejamos el rio y comenzamos una fuerte ascensión.

Durante varios tramos pusimos pie en tierra ante la dureza de algunas rampas. Lo más complicado fue que aunque llenamos las botellas en una fuente, el calor era tan fuerte que enseguida nos quedamos sin agua y la siguiente fuente se encontraba más lejos de lo esperado.

Pino Felix Rodriguez de la Fuente. Este gran árbol fue dedicado a Felix que anduvo por este parque grabando documentales sobre las cabras montesas, aguilas, buitres y otras especies.

Despues de ascender durante varios kms llegamos a los Campos de Hernan Perea, una "llanura" a 1.750 metros de altura. Antes habiamos parado en una ansiada fuente a reponer agua y a comer algo, pero a pesar de que en la transandalus decía que habia dos fuentes, una de agua caliente y otra de agua fria, las dos eran calientes.

A pesar de la sed que teniamos nos fue casi imposible beber ese agua tan caliente y solo pudimos guardarla a ver si se enfriaba un poco.

Durante horas y horas no vimos a nadie. El paisaje seco y despoblado más parecía Mongolia que España.

Campos de Hernan Perea, la Mongolia española. 
Durante el invierno toda esta zona permanece nevada, por eso la falta de vegetación.




Despues de atravesar está zona desierta, comenzamos a bajar hasta Fuente Segura, donde nace el Rio Segura. La avería nos había retrasado más de lo previsto y no nos dió tiempo ni a visitar el nacimiento. Atravesamos las tres aldeas de Fuente Segura donde se nos tiraron dos perros pastores. Isidro que iba detrás me adelantó como un rayo cuando vió a los perros en sus talones, no se de donde sacó las fuerzas.

Ya anocheciendo llegamos al Hotel Ruta del Segura en Pontón Bajo y cuando nos las prometiamos muy felices pensando en una buena ducha y en destrozar la cama, nos dicen que no hay habitaciones libres. Llamamos a los telefonos de casas rurales que teníamos apuntados y tampoco había sitio o no nos contestaban, además teníamos tan poca cobertura que nos era muy dificil comunicarnos, así que Merce y su hermano Tomás desde Murcia nos hicieron gestiones para buscar un taxista de Santiago de la Espada que viniera a recogernos, ya que allí si habia alojamiento. Fue imposible encontrar un taxista y como eran las fiestas de Pontones los mozos del pueblo andaban alborotados y bastante borrachos, por lo que no nos atrevíamos a pedirles que nos llevaran. Al final no hubo más remedio que decirselo a uno de ellos y nos llevó al Hotel San Francisco (50 euros la doble) en Santiago de la Espada. Le dimos 20 euracos para que cuando volviera a Pontones continuara convidandose a nuestra salud.
Despues de una ducha y una buena cena todo se veía de un color diferente. La etapa había sido muy dura, casi diez horas de recorrido contando las paradas para reponer fuerzas y la avería.




DIA 2. PONTON BAJO - LA PUEBLA DE DON FADRIQUE (55 kms)



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Despues de desayunar en Santiago de la Espada tocaba buscar un transporte que nos llevara hasta Pontones a recoger nuestras bicis, que dejamos atadas en la verja del hotel Ruta del Segura. Los taxistas brillaban por su ausencia en el pueblo y el único con el que pudimos contactar la noche anterior estaba de viaje, así que al más puro estilo Pekin Express debíamos buscar a alguien que nos llevara. Nos plantamos en la gasolinera del pueblo y empezamos a preguntar, hasta que encontramos un buen samaritano que iba en dirección a Pontón Bajo (Pontones). Resultó ser un aficionado a la bici y supongo que al vernos con pinta de ciclistas se apiadó de nosotros.



Nada más salir de Pontón Bajo empezamos a subir un puerto con unas buenas rampas, menos mal que tampoco fue demasiado largo

Ibamos ganando altura

En toda esta zona viven de la agricultura y ganadería

La ultima parte de la carretera entre Pontón Bajo y Santiago de la Espada se hacía de bajada, un verdadero gustazo

Recogimos las alforjas en el Hotel San Francisco de Santiago de la Espada y compramos provisiones para el camino

Al salir de Santiago de la Espada continuamos descendiendo durante algunos kms

Pero nada más cruzar por este puente comenzamos a subir el puerto más largo que hayamos hecho en nuestra vida. No lo calculé exactamente pero al menos 20 kms de subida con muy pocos descansos.

34 kms hasta la Puebla de Don Fadrique. Lo que no sabíamos es que la mayoría eran de subida.

Por allá abajo se ve la carretera por la que empezamos a ascender

En la foto no se aprecia el desnivel pero había rampas bastante duras


En este cruce pensabamos que quedaba poco para coronar el puerto pero nada más lejos de la realidad.

Isidro en plena subida

Paramos a comer en este camino pensando que después todo era bajada hasta La Puebla de Don Fadrique

Comenzamos a bajar pero enseguida la carretera empezó a ascender de nuevo y coronamos el último puerto de la jornada. El puerto del Pinar 1600 metros.

Entre pinares hasta La Puebla.  Lo bueno de estas carreteras es que casi no hay tráfico

Durante la bajada rodábamos con vistas a La Sagra (2.383 mts)

Sobre las 14:30 llegamos a La Puebla de Don Fadrique.

Nos alojamos en el Hotel Puerta de Andalucia (20 euros la habitación individual)

Después de ducha y siesta reparadora dimos una vuelta por la tarde. Hicimos una ruta, esta vez por los bares del pueblo, y pudimos disfrutar de los increibles precios de esta serranía, cerveza y tapa a 1 euro, INCREIBLE!!!  y  los gin tonics a 3 euros, aquí hay que volver.



DIA 3.  LA PUEBLA DE DON FADRIQUE - CARAVACA DE LA CRUZ (58 kms)



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Aunque en un principio habíamos diseñado la ruta para no ir directamente hacia Caravaca por la carretera principal, las dos primeras jornadas fueron agotadoras y preferimos hacer la ruta directa. A pesar de ir por la carretera principal, el tráfico no era precisamente denso y pudimos rodar sin sobresaltos, además el arcén ayudaba bastante. 
A medio camino paramos a tomar una tapa y es que quien quiera venirse con nosotros a hacer bicicleta para adelgazar que se lo vaya quitando de la cabeza.


Cruzando de Andalucia a Murcia


Unos 12 kms antes de llegar a Caravaca nos desviamos por el Camino viejo de Archivel, una carretera mucho más tranquila y en bajada. Al fondo se puede ver Caravaca y su castillo.



En Caravaca nos alojamos en Apartamentos Aixa  por 45 euros. Los apartamentos son para cuatro personas, con cocina completa y todo. Merce vino desde Murcia y se quedó también en el apartamento ya que al día siguiente se venía a hacer con nosotros la Vía Verde hasta Murcia.
Por la tarde-noche visitamos el Castillo de Caravaca y tapeamos en el Bar Flores, nos trató de lujo, como siempre suele hacer.


Foto del Castillo de Caravaca de la web de Murcia Turística



DIA 4.  CARAVACA DE LA CRUZ - NIÑO DE MULA (35 kms)


Aunque en un principio pensábamos llegar hasta Murcia por la Vía Verde del Noroeste, durante las cervezas de la tarde anterior cambiamos los planes y organizamos una comilona en uno de los restaurantes del Niño de Mula.





La Vía Verde del Noroeste utiliza la antigua via ferroviaria de Caravaca a Murcia. Aún quedan tramos sin finalizar entre Baños de Mula y Murcia

En su mayor parte la via verde es bastante llana, aunque el tramo de Cehegin a Bullas va ascendiendo poco a poco y al final se nota en las piernas. Aún así es un camino ideal para iniciarse en la bici.


Esta zona de pinadas es de las más bonitas del recorrido



Hay que cruzar varios túneles




A pocos kms del final de la ruta

La jornada terminó antes de lo previsto con carne a la brasa en el Niño de Mula donde nos juntamos tres parejas para comer. Del Niño de Mula a Murcia volvimos en coche, después de la comilona en la bici sería imposible.



En resumen, un viaje muy diverso en el que sufrimos durante las dos primeras jornadas y "paseamos" en las dos siguientes.
Cada vez me atrae más viajar en bici, la velocidad a la que se circula es la ideal para disfrutar del entorno y a la vez se hacen los suficientes quilómetros para que el paisaje no se haga monótono. Otra cosa que me encanta es la autosuficiencia que te da la bici y eso que todavía tenemos una tienda de campaña de poco peso para ganar la autonomía total. Poco a poco vamos aprendiendo, en el próximo viaje no nos pasa lo de Pontones. 


Hasta la próxima.