miércoles, 18 de septiembre de 2013

DIA 11.- SAN PEDRO DE LATARCE - SANTA MARTA DE TERA. 84 Kms.

Dormimos muy bien en San Pedro de Latarce, supongo que la ruta de cervezas de la tarde-noche anterior habrá tenido algo que ver. Como siempre iniciamos la jornada muy temprano para aprovechar el fresco de la mañana.

Lo primero avituallarnos de agua

Desde la salida del pueblo ya escuchamos lo disparos de los cazadores. Cazan a pocos metros del camino, esperemos que no les falle la puntería.


Ya en la provincia de Zamora
Entre la fauna autóctona



Un poco de vida in the secarral

Paisano alucinando al paso de nuestras monturas

Cruzando el Rio Esla, poco antes de llegar a Benavente

Llegamos a Benavente, una encrucijada de caminos hacía Santiago de Compostela. Nuestra idea inicial era subir desde Benavente hacia Astorga y allí tomar el Camino Francés hasta Santiago, pero las noticias de los últimos días no eran muy alentadoras para nosotros. Según nos habían comentado, el camino francés estaba atestado de peregrinos estos días y después de haber viajado practicamente solos hasta Benavente, no nos apetecía hacer cola en los Albergues para suplicar una cama. La decisión estaba tomada, nos habían hablado muy bien del Camino Sanabrés, y como los planes están hechos para cambiarlos, nuestro viaje tomó rumbo hacia la comarca de Sanabría.

A partir de Benavente va cambiando el paisaje. Trás varias jornadas de secano al fin rodábamos junto arroyos, acequias y a ratos paralelos al Rio Tera, un placer para los sentidos.
Tan felices íbamos que nos pasamos un cruce entre Villanazar y Sitrama de Tera. Nos perdimos, teniendo que coger la N-525 que casi no tenía tráfico, pero estábamos disfrutando tanto que al llegar a Sitrama buscamos de nuevo el camino. Preguntamos a un señor por el camino señalizado con flechas amarillas que iba hasta Santa Marta de Tera y nos dijo que se convertía en senda y no se podía pasar con una bicicleta. A veces nos ha pasado que gente que nunca ha montado en una bici de montaña no tiene ni idea de por donde es capaz de pasar, pero esta vez la cagamos. El paisano tenía toda la razón y por ir de listos al final tuvimos que empujar la bicicleta por un tramo que estaba destruido por una crecida del Río Tera. Empujar una bici por ese tramo es dificil, pero con las alforjas se nos hizo casi imposible. Tuvimos que subir las bicis de una en una entre los dos, menos mal que el tramo no era demasiado largo.

Bajando hacia Villanázar

A pesar de que iba haciendo calor, rodar por esta vegetación nos da vida.


Rio Tera


Esta es parte de la senda por donde tuvimos que ir trepando con las bicis
Llegamos a Santa Marta de Tera bastante cansados pero felices de haber recorrido una de las partes más bonitas de nuestra ruta. Preguntamos en el Bar Stop por el Albergue para peregrinos y la amable dueña nos acompañó a la puerta para indicarnos donde se encontraba. En el bar había una chica francesa que acababa de llegar y también buscaba el albergue, así que nos fuimos los tres a buscarlo. La chica francesa tenía los pies destrozados, casi no podía caminar, venía haciendo la Vía de la Plata desde Salamanca y nos contó que el año pasado hizo desde Sevilla a Salamanca. Llegamos al Albergue de Peregrinos de Santa Marta de Tera y alucinamos con las instalaciones. El albergue está abierto desde hace tres meses, por lo que se encuentra impecable y con unas instalaciones muy modernas. La casa, que se ha remodelado para hacer el albergue, pertenecía a una familia que la ha donado al pueblo. 
En el albergue se encontraba una pareja de italianos, que también iban cojos. Desde que salimos de Murcia era la primera vez que coincidíamos una noche con peregrinos.
Nos duchamos y lavamos la ropa, también aprovechamos el patio y la manguera para lavar nuestras bicis, que buena falta les hacía. 
Al poco de terminar nuestras labores del hogar llegó la chica francesa y nos dijo que había una visita guiada a la Iglesia Románica de Santa Marta de Tera, construida a finales del Siglo XI. Nunca habíamos oído hablar de esta iglesía que es una pequeña joya, además la guía nos hizo la visita muy amena. Además de la rica historia de esta iglesia, se produce un fenómeno curioso:

"La iglesia de la localidad de Santa Marta de Tera ofrece el fenómeno de la luz equinocial cada cierto periodo de tiempo. Esta es una de las características más llamativas del templo románico. Dicho fenómeno se produce dos veces al año coincidiendo con los equinocios de otoño y de primavera, el sol penetra en la sala a través del óculo de la cabecera e ilumina el capitel historiado situado a la izquierda del ábside." (Robado de la Wikipedia)

Esta foto no es nuestra

Esta si es nuestra, aunque no capta la belleza del templo

Iglesia de Santa Marta de Tera

Esta imagen de Santiago peregrino de la Iglesia de Santa Marta de Tera aparece a lo largo del camino 


Albergue de Santa Marta de Tera, el mejor de nuestro camino.

Patio del albergue

Haciendo la cena

Después de la cena, nos hizo una visita Jonathan, el joven alcalde del pueblo. Se preocupó de nuestra estancia e incluso nos llevó en su coche a una fuente a las afueras del pueblo para abastecernos de agua para el día siguiente. Muchas gracias Jonathan por tu hospitalidad y la del pueblo de Santa Marta de Tera. 
Muy recomendable el albergue y por tan solo 5 euros por persona.






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